Cuando una empresa atraviesa dificultades económicas serias, tiene la obligación legal de iniciar un concurso de acreedores como método para mantener la continuidad del negocio, evitar la quiebra y, en caso de que esto no sea posible, asegurar a los acreedores que recuperarán la máxima cantidad posible de todo lo que se les adeuda.
Qué es un concurso de acreedores
Un concurso de acreedores es un procedimiento judicial, regulado en el Real Decreto Legislativo 1/2020 de 5 de mayo, por el que se aprueba la Ley Concursal, que se inicia cuando una persona o empresa se ve imposibilitada para atender el pago de sus obligaciones corrientes (nóminas, seguros, proveedores, etc).
El objetivo de este proceso es ayudar a empresas, sociedades o autónomos a, en caso de insolvencia, poder hacer frente a sus deudas y que el mayor número de acreedores consiga cobrar la máxima cantidad de dinero posible del que se le adeuda.
La ley indica que el concurso de acreedores debe ser solicitado desde el momento en que a la empresa le resulte imposible “cumplir con las obligaciones regularmente”. Esto significa que, o bien la empresa no pueda pagar sus deudas, tanto íntegra como puntualmente, o que sí puede pero para hacerlo tiene que recurrir a un endeudamiento sistemático.
De encontrarse en esta situación, el empresario deberá solicitar el concurso de acreedores de manera voluntaria en un plazo máximo de dos meses.
Cómo se solicita un concurso de acreedores
Habitualmente se intenta llegar a un acuerdo o convenio entre las partes (deudor y acreedores), ofreciendo alternativas de pago para que la empresa pueda mantener su actividad y el deudor no tenga que responder con su patrimonio personal.
Pero, encaso de que no se alcanzara un entendimiento, el primer paso para llevar acabo un concurso de acreedores es presentar la solicitud por escrito en el Juzgado Mercantil aportando memoria económica, inventario de bienes y derechos y lista de acreedores.
Después de esto, si la solicitud es aprobada por el juzgado, el concurso de acreedores será publicado en el BOE, y a partir de ese momento los acreedores podrán presentar en el juzgado la solicitud y justificación de las cantidades que se les adeudan.
Ventajas del concurso de acreedores
La principal ventaja del concurso de acreedores es que es un proceso que, una vez que se inicia, paraliza las ejecuciones, embargos y pagos de las deudas, puesto que, su finalidad es ayudar a las empresas a salvar la situación y que puedan continuar con el negocio. De hecho, a lo largo del proceso la sociedad puede seguir existiendo y manteniendo la actividad y los empleos.
También quedan paralizados los devengos de los intereses de las deudas existentes hasta la finalización del proceso concursal, por lo que los intereses generados en ese tiempo desaparecen. Permite además alargar el plazo de la devolución de la deuda a través de esperas.
Cuándo finaliza un concurso de acreedores
El proceso concursal termina cuando:
- La empresa hace frente a sus obligaciones de pago con los acreedores y liquida sus deudas.
- Se cumple el convenio acordado entre las partes.
- Cuando no hay bienes para satisfacer a los acreedores.
Finalmente, el juez determina si la situación de insolvencia de la empresa es consecuencia de una mala gestión (intencionada o inconscientemente) o si viene dada por una negligencia, es decir, que ha habido intención en perjudicar las finanzas de la empresa, y, en consecuencia, declara al administrador culpable o inocente.