El IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) es un impuesto indirecto que tiene la funcionalidad de gravar el consumo final de bienes y servicios.
Si quieres ahorrar impuestos, crear una estrategia fiscal efectiva y cumplir con la ley, lo primero que debes entender como emprendedor es cómo funcionan el IVA soportado y el IVA repercutido. En este artículo te contamos en qué consisten, cómo se relacionan y qué debes tener en cuenta para declararlos correctamente.
El IVA soportado
Cuando compras un producto o servicio para tu empresa (por ejemplo, el material de oficina, un software o un asesoramiento fiscal) normalmente pagas un porcentaje de IVA en la factura. Ese es el IVA soportado.
De forma técnica, el IVA soportado es la carga impositiva derivada de la adquisición de bienes y servicios empleados en el desarrollo de la actividad económica.
El IVA soportado se puede deducir siempre y cuando las adquisiciones que realicen tengan una conexión directa con tu actividad empresarial y cumplas con los siguientes requisitos:
- La actividad de la sociedad no puede estar exenta de IVA, como puede ocurrir con actividades de asistencia sanitaria, actividades educativas o actividades culturales.
- La factura debe ser válida, cumpliendo los requisitos del Reglamento de Facturación, y debe incluir:
- Razón social.
- Dirección fiscal.
- Fecha..
- Número de factura.
- Base, IVA y total desglosados.
- La factura tenga fecha inferior de 4 años, es decir, tienes un plazo de 4 años para aplicar la deducción del IVA de una factura desde su fecha de emisión.
El IVA repercutido
Por el contrario, cuando vendes un producto o realizas un servicio y están gravados con el IVA, emites una factura al comprador en la que repercutes el IVA.
Por tanto, el IVA repercutido es el porcentaje de este impuesto que la empresa repercute a sus clientes al comercializar bienes o prestar servicios.
Este impuesto debe ser calculado conforme a los tipos impositivos aplicables y es una obligación que requiere una gestión adecuada para evitar contingencias fiscales.
¿Cómo se relacionan el IVA soportado y el IVA repercutido?
La relación entre el IVA soportado y el IVA repercutido se materializa al hacer la liquidación fiscal, cuando se calcula la diferencia entre el IVA repercutido (facturas emitidas) y el soportado (facturas recibidas). Esa diferencia determina si la empresa debe efectuar un ingreso en Hacienda o tiene un resultado a devolver.
Por lo general, las declaraciones de IVA son trimestrales, y en ellas se recogen todas las operaciones del impuesto que se hayan deducido y devengado en ese trimestre. Los periodos de presentación del modelo 303 son del 1 al 20 del mes siguiente al trimestre abril, julio, octubre y enero).
¿Cómo liquidar el IVA?
Para la declaración del IVA mensual o trimestral, según corresponda, se utiliza el modelo 303. Si quieres elaborarlo correctamente debes estar atento a varios elementos:
- Recopilar y registrar correctamente las facturas emitidas y las recibidas.
- Analizar el porcentaje de IVA aplicado a cada factura, según los porcentajes que hemos detallado anteriormente.
- Ver qué facturas de gastos están efectivamente relacionadas con tu actividad y te las puedes desgravar. Es importante ser muy cuidadoso con esto.
- Ver qué facturas de gastos están efectivamente relacionadas con tu actividad y te las puedes desgravar. Es importante ser muy cuidadoso con esto.
- Implementar un software de gestión para automatizar tareas relacionadas con facturación e impuestos. Esto te ahorrará tiempo.
- Solicitar ayuda de un fiscalista experto que analice todo y evite errores.
- Presentar el modelo en tiempo y forma para que no haya inspecciones o sanciones de la Agencia Tributaria.
No olvides que la gestión proactiva y el cumplimiento riguroso reducen los riesgos fiscales y contribuyen a la sostenibilidad financiera de tu negocio. Contacta con nosotros si necesitas ayuda para la planificación tributaria de tu empresa y analizaremos tu caso para que logres reducir tu carga fiscal y optimices los impuestos que pagas.