Anteriormente en este post ya te contamos qué es el testamento vital pero, a modo de resumen, aprovechamos para recordarte que es el documento que recoge la voluntad de una persona respecto al tipo de tratamiento médico que quiere o no recibir en caso de enfermedad y de estar incapacitado para decidir. También recoge los deseos de la persona acerca de qué hacer con su cuerpo y órganos una vez haya fallecido.
El testamento vital también se conoce como Documento de Instrucciones Previas (DIV) y como Testamento de Voluntades Anticipadas y tiene validez desde el momento en que se redacta.
Hasta ahora, en Cataluña era necesario contar con tres testigos o un notario para que la persona pudiera hacer constar su testamento vital. Con la aprobación y entrada en vigor el pasado lunes de la modificación, el DIV podrá registrarse ante un médico del Centro de Atención Primaria. La medida facilitará el trámite a quienes no cuentan con testigos ni medios para acceder a un notario.
De acuerdo con los datos de la asociación Dret a morir dignamente Catalunya, en 2023 22.054 personas registraron su testamento vital y casi 1.000 lo han hecho este año hasta antes de la aprobación de la nueva norma.
Diferencias entre comunidades
La regulación en esta materia varía mucho entre Comunidades Autónomas, que son quienes tienen las competencias en el asunto.
De hecho, ha ocurrido algo similar a lo de Cataluña en A Coruña, donde el mes pasado también entro en vigor una modificación por la que son los centros de salud quienes registran los testamentos vitales.
También País Vasco ha seguido el mismo camino que las anteriores, aprobando, también a principios de este año, que sea el personal médico y de enfermería de la red de centros de salud públicos quienes registren los DIV.
Por su parte, la Comunidad Valenciana ya aprobó en 2021 que los ciudadanos pudieran registrar su testamento vital desde casa a través de internet con certificado digital o clave permanente. La medida supuso un aumento del 47% en las inscripciones en el registro.