Es una duda muy común el saber si teniendo únicamente un hijo es necesario hacer testamento. Pues bien, debes saber que no es obligatorio otorgar testamento. No obstante, sí que es muy aconsejable hacerlo para así evitar problemas futuros.
Por qué hacer testamento con un solo hijo
Una de las razones más importantes por las que otorgar testamento en esta situación es para simplificar el poder disponer cómo va a ser el reparto de los bienes una vez que la persona ha fallecido, así, el testador (persona que hace el testamento) se puede asegurar de que sus deseos se cumplan una vez ha fallecido, y sus bienes se adjudiquen de acuerdo con sus necesidades y preferencias. Y es que, en caso de no otorgar testamento, el patrimonio del fallecido será distribuido de acuerdo a lo que indica la ley y ese reparto no tiene por qué coincidir con el que él o ella hubieran elegido.
Otro motivo de peso ahorrarle a tu hijo único tanto tiempo como dinero puesto que, en caso de no otorgar testamento, el heredero deberá instar el Acta de Declaración de Herederos ante notario y esto, además del coste económico que supone (que además es superior al de hacer un testamento), supone un coste de tiempo, dado que desde que se insta la declaración de herederos, deben pasar 20 días hábiles para poder cerrar esta acta por si existen más personas con derechos hereditarios que no consten en la declaración de herederos.
Una circunstancia en que es particularmente importante hacer testamento con un solo hijo es cuando este es menor. Y es que, mediante testamento, los padres pueden designar un tutor testamentario para el hijo o los hijos, para el caso en que ambos fallezcan, pudiendo de esta manera elegir ellos, ya que será la persona que se haga cargo tanto del menor o los menores, como de la herencia mientras continúe la minoría de edad. Por el contrario, si no se realiza esta designación expresa mediante testamento, en caso de fallecimiento de los progenitores, será un juez quien designe al tutor, pudiendo recaer en una persona distinta a la que los progenitores hubieran elegido.
Por otro lado, aunque solo se tenga un único hijo, otorgando testamento a favor del mismo, se puede establecer una cláusula de sustitución; es decir, el progenitor podrá regular la sucesión también para aquellos casos en los que el hijo, nombrado heredero, pueda fallecer con anterioridad al propio testador. Esta cláusula establecerá quien, en estos casos, heredará, en sustitución del hijo.
Disponer estas particularidades no es posible si no se otorga testamento, quedando en estos casos la sucesión sujeta a lo que la ley dispone.
En definitiva, y fundamentalmente, no es imprescindible otorgar (o hacer) un testamento cuando se tiene un solo hijo, no obstante, haciéndolo tienes mucha más capacidad para elegir y disponer como tú prefieras el reparto de tus bienes o el cuidado de tus hijos menores. Además de proteger a tu heredero y ahorrarle tiempo y dinero en la tramitación de la herencia.